Sunday, December 12, 2010

Incepción de una insurrección óptica


Si el punto de fuga, como esencia matemática de la perspectiva lineal, constituye el centro imaginario, en el cual converge la linealidad del constructo artístico, el referente del espacio y su contenido arquitectural, entonces,  resulta plausible pensar en el punto de fuga como mera esencia del estructuralismo visual por excelencia; el punto de fuga es el destino y propósito de la linealidad, tanto como de los axiomas del ángulo y las distancias trigonométricas que conllevan la producción artística,  arquitectural y mecánica. 
 Dicha precisión de la óptica, en su efecto,  acompaña el delineamiento de la razón e, importantemente,  la construcción del espacio donde habita el ser humano.
 La razón dotada de la precisión científica dictamina el constructo de todo mecanismo tecnológico, concede la física posible para el invento mecánico y su forma, como la del contenido y su engranaje interno. Un artejo entre la razón y la linealidad de la perspectiva precede a la conceptualización del diseño estructural del espacio y, dentro del curso histórico material, sistematiza su aplicación y duplicación estratégicas. 
Piénsese en la materia orgánica que, a partir de su explotación y maleabilidad, posibilitan las producciones fantasmagóricas que desembocan en el diseño de: las calles bidireccionales y unidireccionales, las esquinas, los edificios, las fabricas y sus  assembly lines, las paredes, las ventanas, los medios de transportación, pistas de aterrizajes, coordinación de las señales satelitales,  los caminos campestres y urbanos, la complexa red de la autopista y las vías ferrocarrileras que dan testamento del régimen de la linealidad y sus construcciones, por lo que lejos de ser objetos inertes en el imaginario colectivo de la sociedad son, en efecto, no solamente el acondicionamiento visual del Ser, sino también su definición ontológica y lingüística.

 Siga la extensión del régimen de la linealidad, pues, como prueba de su predominancia, también estructura el paradigma de la oración sintáctica, puesto que la lectura de estas líneas y su decodificación requiere de una direccionalidad lineal repetitiva y necesaria  para comunicar y proyectar el lenguaje que, a su vez, posiblemente,  incitará  una reflexión aprobatoria o, en términos indiferentes,  un gesto de crítica despiadada. Por ello, vale reflexionar sobre la linealidad que estructura el ámbito de la vida cotidiana. 
¿Se podría decir que el punto de fuga dispone de  cierta cualidad hipnótica? ¿Será el punto de fuga, la esencia de la ideología manifestada en su forma perceptiva y estructural?
Toda percepción material, quizás apunte a un predominio, por no decir fatalismo, estructuralista, sin embargo, como contra punto,  existe el don de la imaginación y su libertad creadora, como lo diría Bergson. He aquí, se augura una incepción  estético-óptica por deconstruir el régimen de la linealidad.
To be continued...

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